Escándalo en la Ciudad: Desatención y corrupción en programa de alimentación escolar.

En CABA la alimentación y comunidad no son prioridad

Un informe explosivo de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) revela graves irregularidades en el programa de

Baleaks

En una investigación que dejó todos asombrados, se descubrieron revelaciones sobre la alarmante falta de interés y preocupación en relación al programa de alimentación escolar en la Ciudad de Buenos Aires. ¡Prepárense para un viaje a la corrupción y la indiferencia!

El informe lanzado por la AGCBA es simplemente escandaloso. Se destaparon una serie de irregularidades, dejando al descubierto un auténtico caldo de cultivo para el caos y la desatención. Parece que la alimentación y el bienestar de nuestros estudiantes no son más que un mero trámite para las altas esferas del gobierno.

Las contrataciones realizadas por las empresas concesionarias encargadas de proporcionar alimentos a las escuelas de gestión estatal están plagadas de sombras siniestras. ¿Qué tipo de criterios se utilizaron para seleccionar a estas empresas? ¿Se llevó a cabo algún tipo de control o simplemente se dejó la puerta abierta a la corrupción desenfrenada?

Desde la construcción de escuelas hasta problemas de infraestructura y ahora la falta de control sobre las empresas encargadas de la elaboración y transporte de alimentos. Parece que no hay área en la que estos funcionarios no dejen su marca de desidia y negligencia.

Las revelaciones no terminan ahí. Se descubrió que las empresas concesionarias incumplieron con las normas básicas de seguridad y control de calidad. ¿Qué pasa con la integridad de los alimentos que nuestros niños y niñas consumen en las escuelas? La falta de presentación de documentos, la ausencia de inspecciones adecuadas y el incumplimiento en el transporte de alimentos son solo la punta del iceberg de este siniestro entramado.

Legisladores y legisladoras han alzado su voz en protesta y presentaron un proyecto para reformar el sistema de adjudicación de los comedores escolares. Sin embargo, sus esfuerzos han sido ignorados y el gobierno de la Ciudad ha decidido renovar las licitaciones a las mismas empresas, incluso aquellas que ya han sido sancionadas en el pasado.

Es hora de enfrentar la realidad: Rodríguez Larreta y Acuña no defienden los derechos de nuestros hijos e hijas en las escuelas públicas, sino que se preocupan más por sus propios negocios.

 

Equipo BA LEAKS.